Brenda tenía programado viajar con su hija a Bogotá: La muerte la sorprendió en Miramar
Iba a una consulta médica con su hija que tiene discapacidad cognitiva.
La Fiscalía avanza en las investigaciones a fin de dar con el responsable de la muerte de la ama de casa Brenda Inés Pájaro Bruno, de 44 años, quien en la mañana de ayer viernes le fueron entregados su restos para que sus familiares le brindaran cristiana sepultura en el cementerio Jardines de la Eternidad del Sur, en la Circunvalar.
Los restos, casi esqueléticos, fueron hallados en la madrugada del martes e identificados el miércoles por medio de carta dental.
La Fiscalía en Barranquilla cuenta con el apoyo de perfilistas criminales y analistas de evidencias comportamentales del Centro Estratégico de Valoración Probatoria (CEVAP), que llegaron provenientes de la ciudad de Bogotá. Los especialistas están bajo la coordinación de la Fiscalía Segunda Especializada para resolver este crimen. Para las autoridades no hay duda alguna que se está frente a un homicidio, ya que en la parte trasera de la cabeza la mujer presentaba un golpe, al parecer, producido con una piedra.
El pasado 25 de julio Brenda Pájaro salió de su casa, en el barrio Costa Hermosa, para llevar a su hija a un centro de terapias en el barrio Ciudad Jardín. Según las indagaciones de las autoridades, la mujer había manifestado a varios de su familiares es que ese día se iba a dirigir a donde labora su exesposo, en la calle 93 con carrera 46, al parecer con la intención de pedirle algo de dinero porque al día siguiente viajaría con su hija para una consulta médica especializada en la ciudad de Bogotá.
Sin embargo, Brenda nunca llegó allá. Es más en camino al centro de terapias estuvo hablando con una persona por su celular. Frente a esto se está a la espera de los resultados de varias actividades de Policía Judicial para determinar con quién salió a encontrarse Brenda después de dejar a su hija en el centro de terapias.
No se volvió a saber del paradero de la mujer. El misterio empezó a rondar. Nadie daba razón de ella. Hasta que por medio del GPS del celular de la mujer determinaron las autoridades que el aparato estuvo encendido en una zona enmontada de la calle 100, en el barrio Miramar.
La Policía y la Fiscalía iniciaron una búsqueda del cuerpo hasta que pudo ser encontrado.
Las autoridades volvieron ayer al lugar y encontraron nuevas evidencias que puedan permitir orientar la investigación hacia los posibles autores del crimen.
El celular de Brenda no fue hallado en el lugar. Presumen las autoridades que se lo llevó el presunto homicida para evitar ser descubierto. Sin embargo, lo que no sabe es que la Fiscalía tiene la manera de saber con quién habló Brenda ese día previo a su desaparición sin necesidad de tener el celular en poder de custodia.